Solicitud de Consagrar a Francia al
Sagrado Corazón de Jesús
Nuestro Señor Jesucristo, le pidió a Margarita que el Rey de Francia consagrara su reino al Sagrado Corazón, como símbolo de reconocimiento de la soberanía de Dios sobre la nación
Solicitud de NUESTRO SENOR JESUCRISTO A Santa María Margarita Alacoque

La Historia de la Solicitud de Consagración de Francia
La historia de la consagración de Francia al Sagrado Corazón de Jesús es un relato de devoción, basado en las revelaciones místicas y el choque entre la fe y la política en Francia. Todo comenzó en el siglo XVII, cuando Santa Margarita María Alacoque, una monja francesa de la Orden de la Visitación, afirmó haber recibido una serie de visiones de Jesucristo entre 1673 y 1675 en el convento de Paray-le-Monial.
Las Visiones de Santa Margarita María Alacoque
Santa Margarita describió las visiones como un encuentro profundo con el amor de Cristo. Jesús le mostró su corazón, rodeado de llamas de amor y coronado de espinas, y le pidió que promoviera una devoción especial a su Sagrado Corazón como símbolo de su amor y misericordia hacia la humanidad. Además de las prácticas individuales de devoción, Jesús hizo varias peticiones específicas:
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Comunión de los Primeros Viernes de Mes: Jesús pidió que los creyentes comulgaran el primer viernes de cada mes como acto de reparación por los pecados cometidos en el mundo.
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Hora Santa de Reparación: También pidió una hora de oración y adoración en la noche, específicamente para reparar las ofensas hechas a su Sagrado Corazón.
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Fiesta del Sagrado Corazón: Jesús solicitó que se estableciera una fiesta en honor a su Sagrado Corazón. Esta fiesta fue aceptada posteriormente por la Iglesia y se celebra el viernes siguiente al segundo domingo después de Pentecostés.
Sin embargo, una de las peticiones más llamativas fue la que dirigió al rey de Francia en 1689 y fue la Solicitud de que el Rey Luis XIV, el entonces Rey de Francia, a que consagrara su reino al Sagrado Corazón, como símbolo de reconocimiento de la soberanía de Dios sobre la nación. Santa Margarita transmitió esta petición a sus superiores, quienes la tomaron con cautela y escepticismo. La solicitud no fue cumplida, en parte porque el propio Luis XIV tenía poco interés en este tipo de actos religiosos públicos.
El mensaje fue entregado al rey a través de su confesor, el Padre Claude La Colombière, quien era también el director espiritual de Santa Margarita y un ferviente promotor de la devoción al Sagrado Corazón
El Padre La Colombière creyó firmemente en las revelaciones de Margarita y, como jesuita y sacerdote cercano a círculos influyentes, intentó comunicar el mensaje al rey y a la corte. Sin embargo, la monarquía francesa en esa época se encontraba bajo una fuerte influencia de ideas políticas y religiosas que favorecían el absolutismo, y el rey Luis XIV no estaba receptivo a lo que consideraba como una cuestión de devoción personal, sin relevancia política o estatal.
Pese a los esfuerzos de La Colombière y de otros miembros de la Iglesia, el mensaje no fue recibido con la seriedad o atención esperada. Luis XIV optó por no realizar la consagración, ya que estaba más enfocado en consolidar su poder y fortalecer el absolutismo monárquico. Además, el ambiente de la corte y las tensiones entre el Estado y la Iglesia en Francia hicieron que esta solicitud fuera percibida como un asunto secundario.
Jesús prometió bendiciones y protección sobre la nación francesa si el rey accedía a consagrarla a su Sagrado Corazón. Sin embargo, en caso de no cumplirlo, las visiones advertían que la nación sufriría grandes castigos. Esta falta de consagración fue interpretada más tarde como un posible motivo de los infortunios que azotaron a Francia en las décadas siguientes.
En las visiones de Santa Margarita María Alacoque, Jesús expresó su dolor por la indiferencia y el rechazo hacia su amor, simbolizado en su Sagrado Corazón, y pidió a Francia —representada por el rey Luis XIV— una consagración al Sagrado Corazón como muestra de fe y reparación. Aunque no se detallaron explícitamente los castigos en las visiones, Santa Margarita relató que Jesús advirtió sobre graves consecuencias para Francia si la nación no era consagrada a su Sagrado Corazón y no se arrepentía de su alejamiento de Dios.
Los castigos implícitos en las revelaciones a Santa Margarita eran en parte interpretativos, basados en los contextos religioso y social de la época. Con el paso del tiempo, muchos católicos vieron los siguientes eventos como cumplimiento de esas advertencias:
1. La Revolución Francesa (1789-1799)
La solicitud exacta de la consagración de Francia al Sagrado Corazón de Jesús se hizo en 1689 y después de 100 ańos exactos de la solicitud, muchos devotos interpretaron la Revolución Francesa como un castigo divino. ya que este evento marcó el fin de la monarquía francesa y trajo un periodo de violencia y persecución religiosa sin precedentes en el país. Durante la Revolución, miles de sacerdotes y religiosos fueron encarcelados, exiliados o ejecutados, y muchos monasterios e iglesias fueron destruidos o confiscados por el gobierno revolucionario. Incluso la catedral de Notre Dame en París fue convertida en un "Templo de la Razón" en lugar de su propósito como iglesia católica. Se vio esta tragedia como una consecuencia de no haber consagrado Francia al Sagrado Corazón y de haber ignorado la llamada de reparación.
2. La Ejecución del Rey Luis XVI y la Abolición de la Monarquía
En 1793, el rey Luis XVI, nieto de Luis XIV, fue ejecutado por guillotina, lo que significó el fin de la monarquía en Francia. Esta ejecución y la caída de la monarquía católica francesa fueron vistas como un castigo específico que se había advertido a través de las visiones de Santa Margarita. Se creía que al no haber consagrado la nación y al haberse alejado de la fe, la monarquía había perdido la protección divina.
3. Las Guerras Napoleónicas (1803-1815)
Tras la Revolución, Francia experimentó otro periodo de inestabilidad bajo Napoleón Bonaparte, quien llegó al poder y emprendió una serie de guerras en Europa. Aunque Napoleón restauró cierta estructura religiosa en Francia, el país continuó en conflictos bélicos que causaron gran sufrimiento y destrucción. Las guerras napoleónicas llevaron a muchas naciones a una lucha constante, y Francia misma se vio debilitada y dividida. Los creyentes interpretaron estas tragedias como una falta de bendición para Francia debido a la omisión de la consagración.
4. La Guerra Franco-Prusiana (1870-1871) y la Comuna de París (1871)
La guerra franco-prusiana fue otra de las tragedias que algunos vieron como un castigo para Francia. La derrota de Francia ante Prusia fue humillante y resultó en la pérdida de territorios importantes como Alsacia y Lorena. Tras la guerra, la Comuna de París, una insurrección revolucionaria, causó aún más desolación en la capital. Muchos católicos interpretaron estos eventos como castigos por el incumplimiento de la petición de consagración, ya que la violencia y el caos parecían señalar la falta de protección divina.
5. Desintegración Moral y Crisis Espiritual
A lo largo de los siglos XVIII y XIX, Francia experimentó una crisis espiritual y moral, con un declive en la práctica religiosa y el surgimiento de filosofías racionalistas y ateas. Esta secularización fue vista como un reflejo de la falta de consagración y devoción. En las visiones de Santa Margarita, Jesús había mencionado que el amor y la misericordia de su Sagrado Corazón ofrecían protección espiritual, y sin esta consagración, se creía que la nación sufriría una desintegración moral.
No existe una descripción específica de los castigos en las visiones de Santa Margarita María Alacoque, pero los eventos mencionados anteriormente se interpretaron como el resultado de una falta de protección divina. Estas interpretaciones reflejan la creencia en la conexión entre la devoción al Sagrado Corazón y la estabilidad de Francia.
La Basílica de Montmartre del Sagrado Corazón en Francia
Con el paso del tiempo, la devoción al Sagrado Corazón comenzó a ganar impulso nuevamente, especialmente después de los eventos trágicos de la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871) y la Comuna de París (1871), que trajeron gran sufrimiento y división a Francia. La derrota de Francia en la guerra y la ocupación alemana crearon un ambiente de desesperanza, y la necesidad de una reconciliación espiritual se volvió imperiosa.
En 1873, la Asamblea Nacional Francesa, en un acto de renovación y reparación, votó para construir una basílica dedicada al Sagrado Corazón en Montmartre, en París. Este templo, que llegaría a ser conocido como la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, se convirtió en un símbolo nacional de la consagración de Francia al Sagrado Corazón de Jesús. La construcción fue financiada principalmente por donaciones, muchas de ellas de familias que habían perdido seres queridos en la guerra, y la construcción finalizó en 1914, aunque la basílica no fue consagrada hasta 1919, al final de la Primera Guerra Mundial.
La Basílica de Montmartre es un lugar especial para los católicos franceses y devotos del Sagrado Corazón, ya que allí se realiza adoración perpetua desde su inauguración. Es un símbolo de reconciliación espiritual y un recordatorio del poder del amor y la misericordia divina.
El Legado de la Devoción al Sagrado Corazón
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús ha dejado una huella profunda en la espiritualidad católica. Aunque la consagración no fue cumplida en vida de Santa Margarita María Alacoque, la devoción que ella promovió ha perdurado y se ha extendido a nivel mundial. En el ámbito personal, la devoción al Sagrado Corazón sigue siendo una práctica importante para muchos creyentes, quienes ven en este acto un símbolo de la compasión y el amor divino.
En resumen, la historia de la consagración de Francia al Sagrado Corazón es una historia de resistencia, fe y redención, que ha marcado profundamente la espiritualidad católica francesa y ha dejado un legado que perdura en la devoción cristiana.
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